En esta segunda parte de El ayer y el hoy... se presentan temas de máxima actualidad, como son por desgracia todos los relacionados con el ejercicio de la violencia. Pero como no podía ser menos, al igual que ocurre en la primera parte del libro, se presentan alternativas, propuestas, salidas en positivo. Al decir en positivo me refiero al hecho de que todo se puede cambiar, primera visión positiva y que pone al ser humano como valor central: «nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de otro ser humano».
Las democracias, tal y como hoy están funcionando en el mundo, han cumplido su papel, están ya agotadas, la leche que sale de sus ubres está amarga, la violencia que padecen hoy los seres humanos en este planeta va de la mano de esas democracias, que además tienen la desfachatez de querer que el resto de los países las tomen como modelo a seguir.
Se aboga por una democracia directa, hoy en vías de poder ser desarrollada por el avance de la técnica.